𝓓𝓸𝓷𝓭𝓮 𝓮𝓵 𝓭𝓸𝓵𝓸𝓻 𝓭𝓮𝓼𝓬𝓪𝓷𝓼𝓪

Una fuerte luz interrumpió la escena, acompañado de un estruendo producto de la tormenta: -Vamos a refugiarnos en alguna parte.-Dijo Yasuo. Mientras el había estado buscando hierbas ,tuvo la posibilidad de investigar alrededores. Esto le permitió saber con seguridad donde podrían refugiarse hasta que la tormenta pasara. Así, Yasuo guió a Paloma hasta un lugar que parecía una vieja casa abandonada. Estaba llena de escombros y largos pastizales, pero contaba con techo y paredes que les serviría para protegerse por un tiempo .Entraron allí con las cosas que cargaban desde el restaurante. Paloma se sentó en el suelo mientras chillaba por el dolor de sus pies (aún le molestaba) y por el sueño. Yasuo, por otra parte , se puso a revisar el lugar: había restos de cuadros entre los escombros , también algunos libros arruinados. Pedazos de sillones y otros muebles, como si hubiera ocurrido un incendio .Se notaba que alguna vez había sido un hogar. Luego de dar vueltas varios minutos decidió volv

Paloma continuaba completamente dormida.El viento era cada vez más fuerte y en las calles parecía no haber ya nadie.Yasuo le quitó cuidadosamente las sandalias a Paloma:eran de las más sencillas,de las que solo basta con enganchar dos dedos del pie para poder utilizarlas.Exprimió algo del jugo de las hojas curativas que traía consigo y se lo colocó a ella en las heridas con suaves masajes.Inevitablemente,Paloma se despertó:levantó la cabeza y lo primero que vió fué a Yasuo,pero ella no podía creer lo que realmente estaba viendo:él estaba sonriendo. -¿Qué sucede?-Preguntó Paloma muy confundida. -No sucede nada.-Contestó Yasuo mientras continuaba haciéndole masajes en los pies. Paloma se sentía completamente atontada por la situación,seguía sin poder creerlo.Ese hombre era tan raro.Le estaba haciendo curaciones en los pies y además le sonreía de ese modo tan cálido.Eso la hizo feliz y también le provocó un sentimiento extraño. -¿Te encuentras bien?-Le preguntó Yasuo,al verla congelada,co

Las nubes se presentaban cada vez más oscuras y la noche se hacía más cercana.Paloma estaba muy cansada y todavía faltaban unos largos kilómetros para llegar a la posada. -¿Podemos descansar un poco aquí?Solo un poco...es que mis pies están muy adoloridos. Yasuo miró los pies de Paloma y notó que estaban lastimados.Se echó a reír: -¿De qué te ríes?- Lo miró ella,enojada. -Hmm..No tienes ni idea de lo que he recorrido incluso con este dolor en mi espalda,y tu te quejas solo por esas marcas en tus pies. Paloma se sintió muy incómoda con sus palabras,pero sabía que no lo hacía por caprichosa.Se sentía muy incómoda,pero tomó conciencia de que lo que Yasuo decía era cierto,así que agachó su cabeza y continuó caminando en silencio. El la miró sorpendido.Se dió cuenta que la había herido con su honestidad.Justo había un árbol cerca: Yasuo fué hasta allí y se sentó en el suelo. Paloma,volteó a verlo,al notar que no la seguía: -¿No vendrás conmigo? -Descansaremos un rato.-Le contestó el,apóyand